La plantación de alcachofas ya se ha iniciado en la Vega Baja. En la actualidad hay dos formas de llevar a cabo este proceso: bien de forma tradicional o apoyados con maquinaria que facilita el trabajo en el campo.
Independientemente del sistema elegido, lo primero que hacen en la subasta La Redonda, según nos indica su ingeniero agrónomo Isaac Galindo, es humedecer e hidratar las estacas de alcachofas y luego las introducen en las cámaras de frío entre ocho y diez días para favorecer su germinado y que la planta sea más productiva.
Una vez superado ese plazo, las estacas se trasladan a la huerta para plantarlas en los bancales.
Sistema tradicional
En la manera tradicional, donde todo el trabajo se realiza de forma manual, primero se reparte la planta por el bancal para adelantar trabajo, luego se abre el agua temprano y mucho antes de plantarla con el objetivo de que no cueste trabajo clavar las estacas.
Para ello, el bancal se riega a manta (por inundación) con agua que son excedentes del Río Segura porque el agua es un bien muy preciado en la zona y se cuida y respeta mucho su utilización en el campo y, por ese motivo, este mismo agua luego volverá a ser reutilizada bien por azarbes o escorredores.
Una vez que el bancal tiene agua y la tierra ya está blanda para poder trabajar en la misma, los agricultores se meten en el agua y van clavando las estacas en la tierra. La forma de clavarlas es con la raíz hacia abajo y en contacto con la tierra y la estaca se queda en la parte superior.
La distancia entre plantas es de unos 50 centímetros y entre las calles hay un metro de distancia, según apunta Isaac Galindo.
Una vez que se planta la estaca de la alcachofa, en unos 15 días se sabrá si ha enganchado bien y si la planta será productiva. En caso contrario, se volverán a plantar otras estacas con el objetivo de que no haya ninguna falta en el bancal.
Un proceso menos exigente
Por lo que respecta al otro sistema de plantación, se trata de un proceso menos exigente ya que las máquinas facilitan el trabajo. En este caso, se planta en seco, se labra el bancal y la máquina lleva una reja y un cajón con las estacas que van clavando en la arena los agricultores que se encuentran sentados en la parte posterior del tractor.
En este caso, el tractor lleva en la parte delantera unas cadenas que marcan el camino a seguir (teniendo en cuenta las distancias entre cada línea de plantas) y los operarios van sentados a la distancia adecuada para ir clavando las estacas cada 50 centímetros.
En cualquiera de las dos acciones y si el tiempo no lo impide, lo normal es que la planta sea totalmente productiva a finales de noviembre.
Lo ideal, según apunta el ingeniero agrónomo de La Redonda, es que la planta se cambie cada año con el fin de que sea más productiva y que las alcachofas tengan más calidad.
En cuanto a los número de producción, se calcula que una planta puede dar alrededor de dos kilos durante toda la campaña, contando los kilos producidos entre el primer y segundo colmo.
De esta forma, se completa el proceso de plantación de la alcachofa con el fin de que el próximo invierno podamos disfrutar de la Joya de la Huerta. Una alcachofa de referencia que destaca por su calidad y por el cuidadoso proceso que se lleva a cabo desde la raíz hasta que se recogen los frutos.